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Los gastos funerarios o los gastos de sepelio son aquellos a los que tendrán que enfrentarse en caso de fallecimiento de un familiar o ser querido. Cuando alguien fallece hay obligación de proporcionarle un adiós digno, y ese adiós se traduce en un funeral, lo que conlleva una serie de gastos.
Si el fallecido no tenía un seguro de decesos contratado, que es la póliza que se encarga de pagar todos de los gastos de un funeral, son los herederos los que tienen que pagar el sepelio (de acuerdo al artículo 1894 del Código Civil).
Y morirse en España no es nada barato, un funeral básico con algún servicio extra puede costar fácilmente entre 3.500€ y 4.500€, los precios varían mucho en función de la Comunidad Autónoma donde se vaya a hacer el sepelio.
Esto hace necesario saber para cuando llegue el momento preparación de un sepelio tiene unos gastos imprescindibles, como:
Si la elección es incineración, siempre será una alternativa más económica que un entierro, conlleva menos procesos y materiales. Se trata de una opción que está ganando cada vez más peso entre los españoles, donde está primando más la economía que las tradiciones.
Si el fallecido hubiera tenido un seguro de decesos, la mayoría de los servicios que hemos mencionado estarían cubiertos.
Cualquier seguro de decesos te garantiza un servicio fúnebre completo con entierro o incineración a elegir, coche fúnebre, flores, lápida a elegir o con sala de tanatorio.
Pero no solo esto, si no que un seguro de decesos te incluye una amplia cobertura de asistencia en viaje, asistencia psicológica para familiares, algunos servicios médicos y dentales, servicio de asesoría jurídica, testamento online, fin de la vida digital o servicio de incineración para mascotas.
En caso de contratar un seguro de decesos, las aseguradoras ofrecen un capital máximo para la celebración del funeral, con las siguientes cantidades:
Compañía | Valor del |
---|---|
4.365€ | |
4.900€ | |
5.275€ | |
5.000€ | |
4.300€ | 5.300€ |
4.600€ | |
4.500€ | |
4.750€ |
Se trata de un límite más que suficiente para preparar el servicio completo, con el traslado y las gestiones administrativas incluidas en el precio. Y con la posibilidad de celebrar el sepelio donde el asegurado hubiera querido o donde sus familiares lo crean más conveniente.
Además, en muchos casos las aseguradoras devuelven el capital que no se haya consumido en la póliza, por lo que no se gasta todo el capital en el funeral y la preparación, el dinero restante se devuelve a los herederos.
El dinero invertido en el sepelio y el funeral no se puede desgravar en la Declaración de la Renta, no existe un apartado para ello.
Lo que sí se puede es bonificar estos gastos del funeral a la hora de liquidar el Impuesto de Sucesiones.
Siempre que estos gastos hayan sido proporcionados y justificados, y abonados por los herederos.
Se permite el adelanto de la herencia para hacer frente a estos gastos, cuando los herederos cumplan con todos los requisitos, entonces se restan de la masa hereditaria del fallecido, bajando la cantidad del Impuesto de Sucesiones que hay que pagar.
Ahora que sabes todas las partes que tiene un funeral, los gastos que conlleva, es más sencillo de entender por qué cada vez más españoles contratan un seguro de decesos. Porque contar con una ayuda profesional y especializada en momentos tan complicados, así como ayudar a tus familiares quitándoles el problema de lidiar con estas situaciones son solo algunas de las ventajas que tiene contratar un seguro de decesos.
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