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El fallecimiento de un ser querido es un momento muy complicado en la vida, pero no solo en lo emocional, también requiere de una organización y unas gestiones. Dentro de ese contexto se encuentran los tanatorios, espacios diseñados para velar a los difuntos y ofrecer servicios para acompañar a las familias durante el proceso de duelo.
Un tanatorio es el establecimiento funerario donde se lleva a los difuntos tras el fallecimiento.
En él se ofrecen servicios funerarios tanto para el fallecido como para sus familiares, siendo un espacio destinado a velar al ser querido hasta el momento de la incineración o inhumación.
También funciona como un punto de encuentro para que familiares y amigos puedan despedirse del difunto en un ambiente respetuoso.
Estas instalaciones suelen contar con diferentes salas de velatorio y servicios diseñados para garantizar la mejor experiencia posible para la gente que acuda a la ceremonia.
Por lo general, los tanatorios pueden ser propiedad de una funeraria o del ayuntamiento, y colaboran estrechamente con las funerarias para ofrecer un servicio completo y de calidad tanto al fallecido como a sus seres queridos.
La palabra tanatorio significa lugar donde están los muertos.
Concretamente es la combinación de la palabra griega Thanatos (muerte) y el sufijo latín -torium (lugar).
Este término ha ido evolucionando hasta llegar a lo que es hoy, que es el lugar donde se vela a los difuntos.
En muchas culturas, velar a un ser querido es una tradición vital, es un momento en el que se recuerda la vida del fallecido y se honra su memoria.
Por eso, el tanatorio no solo es un espacio físico, sino también un lugar de encuentro y apoyo emocional en momentos difíciles.
Por poner un poco de contexto histórico. Hay que recordar que en España hasta los 70 se velaba a los difuntos en el domicilio, ya que la mayoría de los fallecimientos ocurrían en el hogar . No fue hasta 1968 que se creó el primer tanatorio en España, el Tanatorio Sancho de Ávila en Barcelona.
Este cambio ocurrió porque velar a los fallecidos en casa no era higiénico ni seguro, ya que el proceso de descomposición del cuerpo podía provocar enfermedades entre los asistentes al sepelio.
En un tanatorio se llevan a cabo diversas actividades relacionadas con la despedida y cuidado de un ser querido fallecido. Entre las que se incluyen:
Los tanatorios han ido ampliando sus servicios, para ofrecer la mejor experiencia posible para todos los asistentes al sepelio, ya no solo se trata de alojar a esos fallecidos.
En un tanatorio es habitual que haya:
El tiempo que una persona puede permanecer en el tanatorio puede variar de acuerdo a las necesidades de la familia, las costumbres o las leyes locales.
Algunas familias optan por estar presentes durante todo el proceso de velación, que puede durar desde unas pocas horas hasta varios días. Esto les permite recibir el apoyo de amigos y seres queridos, así como despedirse adecuadamente.
Lo más importante es saber que por ley, no se podrá llevar a cabo una incineración o inhumación antes de 24 horas.
Esta es una pregunta personal, pero solo la podrán contestar aquellos que organizan el acto. Estas ceremonias pueden ser más grandes o más pequeñas, dependiendo de lo que busque la familia o de la cultura en la que se encuentre.
Lo habitual es que acudan amigos, familiares, compañeros de trabajo y conocidos del difunto. La presencia de gente tan importante en la vida del fallecido, puede ayudar a la familia a encontrar consuelo en esos momentos tan difíciles.
Cada tanatorio podrá establecer su propio horario, pero sí que es cierto que muchos tanatorios ofrecen servicio 24 horas.
Es tanta la importancia de este servicio, que no se puede dejar a nadie sin velar, por eso este horario, para que las familias puedan velar al fallecido en cualquier momento.
Si no se está muy familiarizado con los términos funerarios es normal confundir ciertos conceptos.
Acerca de esta pregunta, que nos ha llegado mucho, la gran diferencia es que el velatorio es la sala que está especialmente acondicionada para velar a los difuntos. Mientras que en el tanatorio sucede el velatorio pero tienen lugar otros procesos funerarios, ahí se recibe y acondiciona el cuerpo, tiene cámaras o zonas de preparación para el cuerpo.
El velatorio también hace referencia a la ceremonia de despedida, es decir, la parte más emocional, no solo al lugar físico.
Aunque ambos estén relacionados con el fallecimiento, los servicios que ofrecen son distintos y de hecho, son complementarios.
La gran diferencia es que la funeraria es la que se encarga de realizar todos los servicios funerarios, incluyendo el entierro o incineración, y el tanatorio es el lugar donde se vela al fallecido, un paso previo al entierro.
Estas dos partes deben trabajar juntas para proporcionar el mejor servicio, por ejemplo, la funeraria se encarga del coche fúnebre, flores, ataúd, organización del velatorio, y el tanatorio de la tanatoestética, embalsamamiento… La principal misión es dar un lugar cómodo a los seres queridos del fallecido para poder despedirse de él.
Y tampoco es lo mismo que la morgue, que es el lugar donde se depositan los cuerpos de los fallecidos hasta su identificación o autopsia.
En un tanatorio se llevan a cabo diversas actividades que ayudan a las familias a sobrellevar el duelo, puede ser muy provechoso para la familia, pero no existe ninguna obligación legal que diga que hay que ir si o si a un tanatorio.
Aunque, nosotros sí que aconsejamos ir a un tanatorio, sobre todo para poder garantizar las condiciones higiénico-sanitarias más óptimas para el cadáver.