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Viajar es una de las alternativas de ocio más escogidas por todo el mundo, y es que viajar puede ser muy estimulante pero también conlleva riesgos.
Con el auge de aerolíneas y viajeros en el tráfico aéreo llega el momento de plantearse otras cuestiones, como qué sucede si una persona fallece en el extranjero y requiere una repatriación funeraria.
Cuando un ser querido fallece en el extranjero, la situación puede volverse complicada. Organizar la repatriación de un cuerpo implica gestiones burocráticas y logísticas que pueden generar dudas y preocupaciones. En este artículo, te explicamos todo sobre la repatriación, el proceso, el precio y cómo facilitar los trámites.
Hay que preguntar qué va a pasar conmigo si fallezco en un país extranjero, qué protocolo se sigue si tengo algún accidente en otro país… Son casos comunes, todo esto es algo que pasa de forma recurrente, no es nada extraño recibir estas llamadas por parte de las autoridades o aseguradoras correspondientes.
Es en esos momentos cuando se requiere una repatriación funeraria, que es trasladar a un fallecido desde el país donde haya fallecido a su país de origen, para ser enterrado o cremado allí y asi descansar con sus amigos y familiares.
Contratando un seguro de decesos te podrás librar de este problema, por un coste mensual muy bajo.
La repatriación funeraria es el proceso de trasladar a una persona fallecida desde el país donde ha ocurrido el fallecimiento hasta su país de origen para su entierro o cremación.
Este procedimiento suele requerir la intervención de funerarias especializadas, coordinación con embajadas y aerolíneas, además de la obtención de los permisos necesarios.
Si el fallecido tenía un seguro de viaje o decesos, es importante revisar si la póliza cubre los gastos de repatriación. De lo contrario, la familia deberá asumir los gastos.
El coste de la repatriación de un cadáver varía según la distancia y los trámites necesarios. Repatriar un cuerpo dentro de la UE cuesta entre 6.000 y 10.000 €, mientras que la repatriación intercontinental puede alcanzar los 40.000 – 50.000 €.
En caso de traslado nacional, el coste puede ser inferior, desde 500 €, dependiendo del medio de transporte y la distancia.
Es por esta variación en el precio y por lo difícil que puede ser tratar con diferentes autoridades en el extranjero y la gestión de todo el proceso, que un seguro con repatriación es un producto muy interesante y que cada vez es más solicitado.
Asegurarse de que el seguro de decesos que elijas tiene este cobertura se convierte en algo fundamental si lo que que quieres es poder garantizar que pase lo que pase en extranjero podrás descansar en tu casa y con tus seres queridos.
El seguro de decesos es más importante en estos casos en que alguien vive en el extranjero, porque quién paga la repatriación de un cadáver es la aseguradora. Si el fallecido no está asegurado, son sus herederos quienes tienen que pagar por repatriar el cadáver a España.
Repatriar un cadáver no es algo que se pueda hacer de forma arbitraria, es necesario presentar documentos oficiales y cumplir con regulaciones sanitarias internacionales.
Hay que presentar en el Consulado y que vienen regulados en el Decreto 2263/1974, de 20 de julio, estos requisitos son los siguientes:
Es importante diferenciar entre la repatriación internacional y el traslado del cuerpos dentro de un mismo país:
Ambos procesos requieren documentación y trámites legales, pero la repatriación suele ser más compleja y costosa.
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El féretro utilizado para la repatriación debe cumplir ciertas condiciones técnicas establecidas en normativas internacionales.
Este tiempo no es algo objetivo, ya que muchos condicionantes lo rodean, no se puede garantizar cuanto tardan en repatriar un cuerpo. Pero si que hay algunos tiempos que son obligatorios.
Por ejemplo, el cadáver ha de permanecer entre 24 y 48 horas en el domicilio mortuorio (lugar donde se encuentra el cuerpo antes de ser repatriado) tras la confirmación de la muerte por el médico autorizado. Aunque si el cadáver está embalsamado el plazo podrá ser de hasta 96 horas, en cambio si está conservado transitoriamente el plazo es de máximo 72 horas.
También, el tiempo que marca la Ley para poder empezar los trámites es de 24 horas tras el fallecimiento. Si no se embalsama el cuerpo la inhumación tendrá que hacerse en un plazo de 48 horas.
Pero los tiempos globales van a depender del país de origen y destino, de las restricciones comunitarias, del ritmo en las gestiones, de la normativa que haya que cumplir en cada país, son muchos los factores. El tiempo mínimo se podría decir que es 2 días pero el máximo puede llegar a ser 20 días.
El traslado de un cadáver dentro de España también tiene requisitos específicos, dependiendo si es dentro de la misma comunidad o entre comunidades autónomas.
La repatriación de un cuerpo es un proceso que puede ser complejo y caro, pero con la ayuda de una funeraria especializada y la preparación adecuada, se puede llevar a cabo de manera más sencilla. Si estás pasando por esta situación, te recomendamos contactar con una funeraria con experiencia en repatriaciones para recibir la mejor asistencia posible.
Como hemos dicho, con un seguro de decesos todos estos problemas quedarían solucionados. Existen seguros que cubren la repatriación a España para los expatriados y también la repatriación al extranjero para residentes en España. Ofrecemos seguros de DKV, Generali, FIATC o Europea, a un precio bastante óptimo, por menos de 5€ al mes puedes cubrir uno de estos casos de repatriación.